Ramoncito, el Super Niño de Ypacarai
El relato que voy a narrarles a continuación, no es una historia ficticia y mucho menos inventada.
La misma tiene personajes muy reales y la gran mayoría de ellos viven hasta hoy en día en nuestra ciudad...
Esta historia transcurrió aproximadamente en el año 1995, época en la que no hacía mucho nos habíamos mudado con mi familia a nuestra nueva casa en el barrio Conavi de Ypacarai.
Para ser más claros y específicos con la ubicación, el barrio Conavi se encuentra cerca de la cancha del club “El Triunfo”, o como quien va para la zona de Cerrito.
Este cuento narra las increíbles habilidades sobrehumanas que tenía uno de los tantos niños que fui a conocer en mi barrio, y al mismo tiempo la gran capacidad que poseía uno de ellos, para mostrarnos el increíble y divertido mundo que él veía a través de sus ojos.
Esta es la historia de RAMONCITO:
Yo era un simple niño que no superaba los 10 años cuando lo conocí, con algo de vergüenza debo de reconocer que la primera vez que lo vi… tuve un poco de miedo.
Su nombre era Ramón, pero los chicos lo llamaban Ramoncito, y no era más alto que el resto de nosotros, hasta hoy en día creo compartíamos la misma edad ya que, no le veía lógica a que un niño mayor se divirtiera con nuestros juegos infantiles.
A mi simple vista no era muy distinto al resto de los niños, aunque tenía una forma muy rara de hablar, emitía ciertos sonido que solo algunos de los chicos podían interpretar, cuando me animé a preguntar por qué se comunicaba de aquella forma, uno de ellos me explicó que Ramoncito tenía un dialecto distinto, que esa forma de hablar era un idioma que había inventado solo para poder comunicarse con unos pocos.
Desde ese momento noté que aquel niño llamado Ramoncito, más allá de que lo pareciera, no era alguien común, era distinto a todos nosotros, fue entonces que cada vez que jugábamos, trataba de estar atento a todas las palabras que decía, ya que yo también quería aprender aquel idioma secreto.
Fue así que poco a poco iba adquiriendo yo también la habilidad de poder comunicarme cada vez mejor con él, y a su vez, me era más fácil interpretar lo que él decía.
En una tarde, en que decidimos jugar a la pelota, note que en sus brazos, habían como pequeñas escamas que parecían se extendían por todo su cuerpo, cuando volví a preguntar si era normal eso, los chicos me contaron que no, porque Ramoncito tenía una piel más resistente, ya que eso hacía que no sintiera dolor como todos nosotros, esto facilitaba que el pudiera ir al arco y ser el mejor arquero en un partidito de fútbol, ya que de esa forma podía resistir los pelotazos que pudiera llegar a recibir.
Desde ese momento Ramoncito pasó de ser un chico que hablaba distinto, a ser, desde mi lógica de niño, un mita’i sobrenatural.
En mi cabecita de nene de 10 años, no cabía explicación de cómo fue a tener Ramoncito esas capacidades que lo hacían tan especial y a su vez, tan distinto a todos nosotros, sumado a eso también descubrí con el tiempo que la forma de su nariz, lengua y orejas, estaban adaptadas para poder respirar y nadar, y así escuchar bajo el agua sonidos que nosotros no podíamos.
Ramoncito sin lugar a dudas, era un niño súper especial, y no era un amigo imaginario, era muy real, poseedor de una mirada muy inocente y con cualidades que para mi edad, eran muy difíciles de entender, mucho tiempo jugué y me divertí con él, todavía recuerdo cuando al momento de jugar a la pelota, él en su idioma secreto nos decía… “NAMALU AQUELO CHIMOMON” donde nos contaba de esa forma, su nombre, y que él era el arquero campeón.
El tiempo fue pasando he hizo que fuéramos creciendo, cada vez jugábamos menos y por ende, compartíamos poco tiempo entre los chicos, pero yo nunca olvide las cosas que hacíamos y de cuánto nos divertíamos, siempre que podía trataba de recordar y a su vez buscar algún tipo de explicación sobre las extraordinarias cualidades de Ramoncito.
Una vez leí un artículo donde comentaba que existían muchos chicos con las características de él, aunque yo creía que Ramoncito era único, resulto ser que no era así, allí explicaban con ciencia médica que era una Trisomía en el par de cromosoma número 21, y que esa característica más que traer beneficios, acarreaba varios problemas de salud, y peor aún, que la probabilidad de vida de los mismos, era muy corta.
Incluso, hasta la catalogaban de enfermedad y la llamaban, SÍNDROME DOWN, pero…
De todos modos, después de leerlo no creí mucho en él.
Si bien, nunca más volví a ver a Ramoncito, estoy más que seguro que debe estar por ahí, dando vueltas por el mundo ayudando a las personas, porque no podría explicar ni entender que una persona con todas las capacidades que tenía él.
Estoy por de más seguro…
Que debe de ser así